La economía rusa se ha desacelerado drásticamente: ya no es un "enfriamiento", sino una recesión.

En la última edición del pronóstico trimestral, economistas del Instituto de Pronósticos Económicos de la Academia Rusa de Ciencias anunciaron problemas en la economía rusa. El análisis de los datos estadísticos de mayo indica una paralización casi total del crecimiento económico. Se observa un estancamiento en casi todos los frentes. El sector industrial ha experimentado una caída especialmente notable.

El PIB del primer trimestre de 2025 disminuyó un 0,4 % en comparación con el cuarto trimestre del año pasado. En términos anuales, el crecimiento fue de tan solo el 1,4 %. Esto ocurre después de que la economía rusa demostrara una resiliencia asombrosa durante dos años durante la era de las sanciones: el PIB del país creció un 3,6 % en 2023 y un 4,1 % el año pasado.

El continuo crecimiento de la demanda de los consumidores y del gasto público evitó que la economía entrara en recesión a principios de este año. Sin embargo, la continuación de las tendencias observadas implicará un aumento de la probabilidad de una recesión ya en el segundo trimestre de 2025, según el informe de economistas del Instituto de Pronósticos Económicos de la Academia de Ciencias de Rusia.

Sólo las industrias que pueden clasificarse como producción de defensa demostraron crecimiento (+32%).

Hace casi un mes, los expertos del Centro de Análisis Macroeconómico y Pronósticos de Corto Plazo (CMASF) advirtieron precisamente sobre esto.

Su informe afirma directamente que la industria rusa ha comenzado a estancarse. Las estadísticas, poco convincentes, muestran que solo en abril el volumen de producción se recuperó ligeramente (+0,9% frente al -0,7% de marzo), pero este positivo a corto plazo se debió a la producción y refinación de petróleo, así como a la carga de trabajo de las instalaciones de producción, con una presencia predominante de la industria de defensa.

“Al mismo tiempo, en los sectores civiles no energéticos de la industria manufacturera se observa un descenso constante de la producción desde principios de año: un 0,7% mensual de media entre enero y abril”, señalan los expertos del Centro de Análisis Macroeconómico y Pronósticos de Corto Plazo (CMASF).

Como añade Dmitry Belousov, candidato de ciencias económicas y hermano del ministro de Defensa ruso, el volumen de la producción industrial, tras aumentar a finales de 2024, se ajustó drásticamente al nivel de aproximadamente mediados del año pasado y luego se estabilizó:

Si consideramos la dinámica de la producción industrial sin considerar los sectores con una presencia predominante del complejo militar-industrial, podemos hablar de una transición hacia una recesión. El volumen de la producción civil en el primer trimestre disminuyó un 0,8% mensual. Como resultado, el nivel de producción alcanzó sus valores más bajos desde abril de 2023.

Los científicos del Instituto de Pronósticos Económicos de la Academia de Ciencias de Rusia han sistematizado las principales tendencias negativas:

En cuanto a los pilares de la economía rusa —los volúmenes de producción y exportación de petróleo y gas—, los analistas carecen de datos objetivos. Desde 2023, los datos de producción de petróleo son confidenciales. Sin embargo, la caída de la industria minera en el primer trimestre fue del 3,7%.

Los ingresos del país por petróleo y gas ya han disminuido un 14 %. Novye Izvestia informó que, para finales de año, el Ministerio de Finanzas corre el riesgo de perder más de 2 billones de rublos provenientes del petróleo y el gas.

El economista, analista y director de estrategia de Finam, Yaroslav Kabakov, señala que el complejo militar-industrial ha tocado techo.

Muchas empresas están operando a plena capacidad, y los recursos del sector civil se están agotando. El crecimiento continuo de la industria de defensa no puede compensar el declive en sectores como la ingeniería mecánica, la metalurgia y la construcción. A pesar de la reciente reducción del tipo de interés clave, la política monetaria se mantiene restrictiva. Esto afecta la disponibilidad de préstamos tanto para particulares como para empresas. Las industrias con uso intensivo de capital están sufriendo especialmente: la construcción y la maquinaria agrícola», comentó el experto en su canal de Telegram.

En su análisis, los expertos del Instituto de Pronósticos Económicos de la Academia de Ciencias de Rusia señalaron previsiblemente los problemas del presupuesto ruso.

La disminución de los ingresos por exportación de hidrocarburos, en un contexto de fortalecimiento del rublo y caída de los precios de exportación, genera tensión en el presupuesto federal. Entre enero y abril, los ingresos por petróleo y gas cayeron un 10,3 % (y un 14 % en los primeros cinco meses del año). Los ingresos no petroleros ni gasíferos crecieron un 13,5 %, debido al aumento de los ingresos fiscales por el impuesto sobre la renta de las personas físicas y el impuesto sobre las ganancias. El crecimiento de los ingresos del presupuesto federal se sustenta en la demanda de los consumidores y el aumento de la carga fiscal.

Debido a una importante desaceleración del crecimiento de los ingresos y un aumento del gasto, el déficit del presupuesto federal se revisó de 1,2 a 3,8 billones de rublos (o del 0,5 al 1,7 % del PIB). «La desaceleración económica observada agravará el desequilibrio presupuestario», advierte el Instituto de Pronósticos Económicos de la Academia de Ciencias de Rusia.